sábado, 16 de julio de 2011

TORMENTA


          
 Florece el aromo de mi jardín.
 Dulce  refugio perfumado
 de  fragancias del Líbano
 deshechas en el lapso
 de su ausencia.

 Tú, distante en el tiempo del espacio
 yo, distante en el Hoy sinuoso
 de mi  reloj;
 versos  húmedos de palabras
 cobijan mi  coraje de congoja.

 A lo lejos, mi amado                                      
 en su corcel  ya viene a mí.
 Es su cabalgar de dudas furiosas
 que trisan la esencia de la pasión.

 Es el  ímpetu.de la embriaguez
 ardoroso  oleaje de amor.


Ana L.Valenzuela- Retamal
(Derechos de autor)

domingo, 29 de noviembre de 2009

NIÑA DE MIS QUIMERAS



 Niña de mis quimeras
 corres por los jardines de tu infancia.
 Alegre, saltarina y soñadora.

 Vives un mundo
 de fantasía
 soledad infinita
  en ese un mundo de hadas
  envuelta en autismo de fe.
  Das  vida al carrusel de tu niñez.

 Niña de pelo corto,
 cintillo blanco,
 vestido almidonado,
 la infancia de tus sueños
 se adentra por frondosos árboles
 llevados por el viento.

 Niña de mi  alma, ríes de alegría
 para encubrir tu agobio
 junto al huerto de mi niñez.
 Te abrazo y  digo:
 eres un santuario joyel,
 creatura del creador.

 Niña de mis quimeras,
 reminiscencia de mi infancia.


Ana L. Valenzuela-Retamal    (Menciòn de Honor 2009, San Josè, Uruguay)
(Derechos de autor)




jueves, 19 de noviembre de 2009

ARAUCANIA

La belleza y la tarde
enaltece en las aves su cantar.
Verdes bosques y dormidos volcanes
me invitan a soñar.
Viajo por estas tierras
de trigales extendidos
que huelen a piñones y araucarias.
Vilcún, Perquenco, Lonquimay, Lautaro,
sangre araucana de osados guerreros;
raíz de una cultura disipada
que impregna el señorío
de su etnia mapuche.
En su altura, a lo lejos, imponente
el Llaima se descubre
elegante, en su oda de amor.
Mientras que al ritmo de un kultrun.
corren las aguas del Cautín,
por las riveras del ayer..

Ana L. Valenzuela-Retamal .(Publicado revista Circulo Escritores V región Valparaíso, 2008)
(Derechos de autor)

sábado, 10 de octubre de 2009

Vino de mi Tierra

Caldos de arraigada cepa
riegan de elegancia etílica
el alargado alfanje de Chile.


Valle Central, fértil jardín,
cuenca de infinitos racimos
donde, serpenteadas y cercanas,
las cordilleras de los Andes
y de la Costa vigilan con sigilo.


Valles de Aconcagua y Casablanca,
regazo frío del Pacífico,
donde unidos eslabones
de encumbradas coronas
circundan la belleza del lugar.


Es el vino de mi país
encuentro de la naturaleza
con el hombre de campo;
es el reconocimiento de un pueblo
que extrae con sabiduría
el fruto poético de la vid.


Como la vida del hombre es el vino.
¡Cómo brinca en la copa!
Vivo, temperamental, delicado,
como aflora en mi tierra
el rojo del copihue.


Ana L. Valenzuela-Retamal
(Derechos de autor)

domingo, 24 de mayo de 2009

O TO Ñ O

Cae la tarde, montes y quebradas
acarician la belleza otoñal
de un nuevo atardecer.

En el cielo, suave susurro.
Golondrinas viajeras
dibujan a su paso
la estela de un adiós.

Nubes grises del norte
cabalgan de prisa, empujadas
por la fuerza del viento en su ironía.

Gotas de agua en hojas caídas
perfumados los campos
de frío y soledad.

Pinceles de tonos danzantes
trazan en lienzos de infinito
el sentimiento poético
del Creador.



Ana L. Valenzuela-Retamal (Publicado en www. elmesondelavida.blogspot.com)
(Derechos de autor)

domingo, 8 de febrero de 2009

Anfora del ayer

Vive el ánfora del ayer
suspendida de infinitos recuerdos.
Eslabón de aljófares olvidados
subconsciente inexplicable del Hoy.


¿Cuándo volveré a ver tu rostro?
Si lo deseas, puedo percibirte
en el olvido del tiempo;
mojada desde siempre
en las profundidades de tu olvido.




Ana L. Valenzuela-Retamal (Leído enero 2009, programa 1086,www.radiosentidos.com.ar)
(Derechos de autor)

viernes, 31 de octubre de 2008

INVIERNO OTOÑAL

Entre las frías noches del crepúsculo
navega al viento una farola.
Alas de luciérnagas cargan de soledad
la oscuridad platónica del mar.

En el muelle olas rompen su silencio
curiosos hombres, extinguidos de sufrimiento,
abastecen las cañas en tristes anzuelos,
donde ingenuos pececillos parecen jugar
bajo la carnada de un invierno otoñal.


Ana L. Valenzuela-Retamal (Tercer lugar 2006 , Concón, Chile )
(Derechos de Autor)